«El Trigo Transgénico: Una Sombra Mortal sobre Perú»

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Perú se enfrenta a una creciente preocupación por la presencia de pesticidas y cultivos transgénicos que amenazan la salud de su población y el equilibrio del ecosistema. La muerte por intoxicación crónica, cáncer en niños, malformaciones, abortos e infertilidad son algunas de las consecuencias alarmantes asociadas al uso masivo de agrotóxicos, mientras que los pesticidas presentes en todo el país llegan incluso con el agua de lluvia.

Uno de los principales cultivos de preocupación es el trigo transgénico, que se produce en varios países y se distribuye a nivel global. Aunque se ha demostrado que representa un riesgo para la salud y el medio ambiente, algunos países continúan utilizándolo debido a sus modelos agropecuarios que no cuestionan el uso masivo de agrotóxicos. Esta labor de fiscalización recae en el Ministerio de Agricultura y los institutos como el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), que deben velar para que este producto no se siembre ni se distribuya en los mercados nacionales.

En particular, la toxicidad del glifosato y el glufosinato de amonio, siendo este último 15 veces más tóxico, representa una seria amenaza para la salud de la población. El glufosinato de amonio ha sido prohibido en la Unión Europea, pero en países como Argentina, de donde se importan muchos productos transgénicos, los organismos genéticamente modificados (OGM) se distribuyen sin un control estricto de su origen. Empresas como Bioceres de Argentina han confirmado la presencia de estos cultivos en sus productos, lo que genera una seria preocupación para la seguridad alimentaria.

Las empresas productoras de semillas transgénicas, como Bayer-Monsanto, que también venden pesticidas, deben ser rigurosamente fiscalizadas por los ministerios de Salud y Ambiente para garantizar que sus pesticidas cumplan con las regulaciones y normativas vigentes. En caso contrario, dichos productos deben ser retirados del mercado para proteger la salud de los ciudadanos y el entorno natural.

Perú siempre se ha destacado por producir alimentos orgánicos, y esta tradición debe ser preservada. En el futuro cercano, Perú tiene el potencial de convertirse en un líder en la producción de alimentos de calidad, siendo reconocido internacionalmente por la sostenibilidad y seguridad alimentaria que ofrece. Para lograrlo, es esencial no permitir el ingreso de pesticidas dañinos ni semillas transgénicas en el país. Es fundamental que la población esté atenta y evite consumir frutas sin semillas, menestras o cereales de dudosa procedencia.

El futuro de la seguridad alimentaria y la salud de los peruanos está en nuestras manos. Juntos, podemos proteger nuestro valioso patrimonio natural y garantizar un futuro saludable para las generaciones venideras.

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