Torturan y asesinan a dueño de bar

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El dueño de un conocido bar en la cuadra cuatro de la avenida Unión donde se practicaba el meretricio clandestino desde hace años atrás, fue asesinado cruelmente por hampones quienes lo torturaron primero para luego quitarle la vida a punta de martillazos en la cabeza.

El hecho de sangre se produjo ayer en horas de la noche en el bar donde la victima Eglio Homer Villacres Santamaría de 72 años, al mismo tiempo domiciliaba.
Allí, los criminales lo llevaron hasta su habitación donde lo ataron sus manos con soga para luego dar rienda suelta a sus instinto criminal de torturarlo cruelmente hasta provocarle la muerte.

El macabro hallazgo del cadáver lo hizo su trabajador ayer por la mañana, cuando acudió al bar para la atención del público, hallando la puerta principal de ingreso semi abierta. Ingresó al local llamándolo por su nombre al dueño, pero este no contestaba.  Entonces fue hasta su habitación, hallándolo tirado en el piso “boca abajo” con las manos atadas en medio de un charco de sangre y sin vida.

Aterrado por la escena del macabro hallazgo del cadáver de su jefe, el trabajador salió despavorido del local para dar aviso de lo acontecido a los vecinos de la cuadra, y estos comunicaron a la policía quienes se llegaron al lugar el personal de Patrullaje Integrado de la comisaria de Pucallpa, y ellos a la unidad especializada de la Divincri quienes se hicieron presentes junto al fiscal de turno y médico legista para las diligencias del levantamiento y traslado del cadáver a la morgue para determinar las causas de la muerte.

Hasta el bar donde se llevaba a cabo las diligencias se hicieron presentes los familiares de la víctima Eglio Homer Villacres Santamaría, quienes manifestaron a los medios de comunicación quienes estaban allí cubriendo la información ínsito, que él en los últimos días venía recibiendo amenazas de muerte por parte de sujetos desconocidos, pero que él tampoco quiso decir nada a nadie para no preocuparles a su familia, no descartando que lo hayan asesinado por venganza o envidia.
Los familiares de la víctima exigen justicia para que este horrendo crimen no quede impune. Aseguraron que el occiso no tenía enemigos y vivía solo en el bar, al cual se dedicó muchos años a este negocio e incluso allí mismo domiciliaba.
Refieren que tiene tres hijos, todos adultos, dos de ellos radican en la ciudad de Lima y una aquí en Pucallpa, todos con familia y profesión. Los vecinos de la cuadra lo recuerdan como una persona amigable, educada y servicial. (D.Saavedra)

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