HAY QUE PROTEGER A LA QUEBRADA TUSHMO

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La quebrada Tushmo, otrora agua Bendita. Esta importante cuenca para los pueblos indígenas que poblaron antiguamente las zonas de Yarinacocha y Pucallpa, servían para extraer de sus orillas un barro especial para la elaboración de las ollas y otros utensilios de cocina. Pero más importante es que estas aguas limpias, cristalinas, con mucha abundancia de peces, que nacen y discurren de grandes aguajales y pantanos, eran útiles para preparar la comida y bebidas tradicionales de las familias. Hasta los años 80, por ésta quebrada, aún discurrían aguas totalmente limpias, con abundante recursos ictiológicos, pero al pasar el tiempo y a medida que colonos se posesionaron en sus orillas, la cosa iba cambiando; es decir, poco a poco se contaminaba. En los años 90-2000-2010, la contaminación se incrementó, simplemente porque las autoridades, muy irresponsablemente promovían invasiones, no solamente en los alrededores de la quebrada, sino que permitían construcciones de palafitos en pleno cauce, provocando esto que todos los residuos sólidos y orgánicos; es decir la basura, incluyendo las aguas servidas que se generan en estas precarias viviendas, se vaya a la quebrada, por ende directamente a la laguna Yarinacocha. En los años 50, los gringos misioneros religiosos agrupados en el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) se posesionaron en Yarinacocha, para realizar sus actividades misioneras, pero con una particularidad; cumplían con un estricto protocolo para proteger el ecosistema de la laguna Yarinacocha. Pero, cuando este espacio fue transferido a la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA), ya no cumplen con la protección y el cuidado del espejo de agua de la laguna. Según los propios alumnos, la mayoría de los pozos sépticos han colapsado y parte de las aguas servidas van directamente a la quebrada Tushmo. Esta universidad, a estas alturas de su funcionamiento, debería contar con una planta de tratamientos de aguas residuales (PTAR). Tushmo está enferma, pero se le puede sanar. Tushmo está a tiempo para evitar que se vuelva un Yumantay. Tushmo necesita de los humanos, de las autoridades. Tushmo requiere del cuidado y protección para seguir siendo bella y bondadosa. Tushmo nos necesita a todos para seguir siendo navegable con aguas limpias. Erradiquemos a todos quienes la vulneran, a quienes la contaminan; es decir a las familias asentadas en su cauce natural.

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