Desesperación, largas colas, sin trabajo y alza de pasajes

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Cientos de vehículos realizando largas colas en diversas estaciones de servicios. La escasez del combustible se siente en toda la región y los chóferes de los vehículos alzaron el costo de pasajes mientras que la desesperación ya comienza a invadir a la población. Esto son las causas del primer día de escasez del combustible en Pucallpa, donde se pudo constatar que muchos jóvenes universitarios perdieron clases, alza de precios en los centros de abastos y vehículos literalmente varados fuera de los grifos. Las dificultades en la ciudad crecen por la escasez de la gasolina, lo que obliga a los usuarios a pasar horas junto a los motocarristas en las largas colas de las afueras de las estaciones a la espera de unos litros de gasolina de 84 octanos porque de la 90 ya no había hasta el mediodía. Y todo esto viene ocurriendo porque la restricción del tránsito en la Divisoria se mantiene, según información de la junta directiva de la estación de servicio IOCOP, quienes por la tarde se vieron obligados a cancelar sus actividades hasta nuevo aviso. Pucallpa sufre una escasez crónica de gasolina, pero el problema se acentuó en las próximas horas al igual que en la provincia de Padre Abad, por el hundimiento de la plataforma de la CFB en la Divisoria que hasta el momento no ha sido mejorada y por ello, cientos de cisternas de Petro Perú aguardan para pasar. En el grifo Santa Felicia en Manantay, se notó que hasta el mediodía de ayer, los trabajadores de este estacionamiento organizaron a los chóferes con sus vehículos para que esperen su turno o les numeraron para que puedan atender hasta quedar sin el stock que contaban de gasolina 90 y 80 octanos. “Es una vergüenza que estemos pasando esto. Mi hijo ya perdió la universidad porque estamos esperando por un galón de gasolina desde las 10 de la mañana, las autoridades deben ser sinceros, que no mientan ¿habrá o no? pase en la carretera, sino para mandar a mi muchacho en bicicleta”, declaró Alfonso Ruiz, padre de familia, un afectado. (Miller Murrieta)

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