Brasil vigila con satélites deforestación Amazonía:

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Al principio, un grupo de 50 especialistas trabajaba sobre mapas gigantes impresos. Realizar un estudio exhaustivo de la deforestación en un año, llevaba dos. En la actualidad, se obtienen imágenes diarias de baja resolución y se puede alertar a la policía ambiental al día siguiente de la detección de cada actividad sospechosa. «Esto permite dinamizar y acelerar la vigilancia».

El espionaje desde el cielo permite capturar rápidamente en ciertas ocasiones a los taladores ilegales, destaca Almeida. Pero a veces los instrumentos de precisión solo sirven para medir con impotencia la dimensión de la destrucción.

La deforestación del Amazonas alcanzó un máximo de 10 años en 2017: fueron talados 7.900 kilómetros cuadrados, o un millón de campos de fútbol, según calculó el propio INPE.

«Esto es preocupante, porque estamos muy por encima del objetivo previsto para 2020. El gobierno se comprometió a reducir para ese año la deforestación a 3.500 kilómetros cuadrados», señala Almeida