UNI, UPCH y hospital Loayza alistan ventilador mecánico

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Ingenieros de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) e investigadores médicos de la Universidad Cayetano Heredia (UPCH) y el hospital Arzobispo Loayza desarrollan un nuevo prototipo de ventilador mecánico para atender a pacientes críticos con coronavirus.

Se trata de ventiladores en cuya elaboración se emplea la llamada ingeniería inversa, es decir, se aprovecha el diseño de otros ventiladores artificiales con patente internacional liberada.
Según explica a la agencia Andina el director del Centro de Tecnologías de Información y Comunicaciones (CTIC) de la UNI, Alonso Tenorio, la liberación de algunas patentes internacionales permite que estos equipos puedan fabricarse más rápido en medio de una emergencia como la pandemia del coronavirus.
La principal diferencia que hemos incorporado en estos ventiladores, dijo, es la construcción de una turbina que utiliza las revoluciones del motor; de esta manera, ya no se necesita un tanque de aire o un compresor de oxígeno porque es la turbina la que genera el aire y lo almacena en un recipiente interno.
UNI
«Si un ventilador mecánico es llevado a algún lugar lejano del Perú probablemente no pueda operar por falta de un tanque de oxígeno. Por eso, la turbina generará ese flujo de aire y lo llevará hacia un recipiente o tanque interior. En otras palabras, la turbina no te ‘amarra’ a un tanque de oxígeno».
«La turbina no es una tecnología nueva, tiene menos de 30 años a escala mundial y en Perú hemos podido fabricarla», indica tras añadir que casi la gran mayoría de ventiladores artificiales comerciales la utiliza, e incluso algunas no producen ruidos.

Equipo multidisciplinario

Para el desarrollo del proyecto, se cuenta con el respaldo de médicos intensivistas, además de unos 15 investigadores médicos, expertos en ingeniería mecánica, mecatrónica, ciencias de la computación, física, entre otras especialidades.
Antes de trabajar en esta versión de respirador artificial, el equipo de profesionales había desarrollado otros  prototipos, entre ellos uno que llevaba el mecanismo del ambu bag o bolsa autoinflable. Este fue descartado porque solo tiene una vida útil de dos o tres días.
«No se iba a resolver entonces el problema de tener a un paciente con la mayor cantidad de días conectado a estos equipos. Además la bolsa autoinflable podría contaminar a los propios médicos que atienden a los pacientes y al mismo paciente», señala Tenorio.
Lo que buscamos es una opción que brinde el máximo cuidado a los pacientes y que estos equipos puedan ser utilizados por diversos hospitales. Por ello recurrimos a la ingeniería inversa. Tenemos que usar réplicas de equipos que ya han sido probados y comprobados con buenos resultados en otras latitudes, manifiesta.
En el mercado internacional, donde además son escasos, los ventiladores mecánicos están valorados en alrededor de 120,000 dólares. Sin embargo, al emplearse la ingeniería inversa, en Perú pueden llegar a costar unos 5,000 dólares, «es decir menos del 5 % de su costo real», indica.
El experto de la UNI reconoció que hay varias instituciones trabajando en la fabricación de respiradores artificiales y que, en su caso, necesitan el apoyo de las autoridades dado que hay limitaciones para comprar implementos.

UNI

«Tenemos que adquirir sensores, válvulas, motores y todo lo que nos permita fabricar en bloque. Buscamos un alto estándar de calidad. Sabemos que desde el Gobierno se han establecido diversos puentes de compra de materiales relacionados al Covid-19 a escala internacional, por lo que pedimos facilidades para efectuar nuestras compras lo más rápidamente posible».
Finalmente, resaltó que detrás de esta intención están investigadores de la academia peruana. «No tenemos fines de lucro y queremos apoyar al Estado en el desarrollo y la fabricación de estos equipos».

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