Alianza Lima a 33 años de la caída del Fokker

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Alianza Lima era líder del Descentralizado. El reciente triunfo por 1-0 a Deportivo Pucallpa, con gol de Carlos Bustamante, le había permitido ubicarse un punto de ventaja sobre Unión Huaral. Así, como únicos punteros, los dirigidos por Marcos Calderón se subieron al Fokker F-27, un avión alquilado para los viajes de ida y regreso. Un regreso que no se concretó. El equipo, que había llegado a la selva peruana el 7 de diciembre de 1987 sin inconvenientes, debía aterrizar en Lima un día después, poco después de las 8:00 pm. No se pudo. Ese 8 de diciembre, a las 8:14 pm., el avión de La Marina se precipitó en el mar chalaco de Ventanilla, a solo 10 kilómetros del aeropuerto Jorge Chávez. Fueron 43 las personas que perdieron la vida en ese fatídico accidente: 16 jugadores, seis miembros del cuerpo técnico, cuatro auxiliares, ocho miembros de la barra, tres árbitros y seis tripulantes. Solo hubo un sobreviviente: el piloto, Edilberto Villar Molina, hoy de paradero desconocido.
La búsqueda fue intensa entre el lunes y el martes, pero nadie más fue hallado con vida. De hecho, durante los siguientes días -llenos de tristeza y desconcierto a nivel nacional-, el océano siguió arrojando algunos de los cuerpos. El último balón que los talentosos ‘potrillos’ -llamados así por su juventud- usaron, fue rescatado y expuesto ante los hinchas.

Tras la tragedia, el campeonato, que llevaba jugadas 18 de 30 fechas, se suspendió. Para la reanudación, en enero de 1988, Alianza Lima usó juveniles y refuerzos. Teófilo Cubillas, ya retirado, regresó del retiro para apoyar a su amada institución. César Cueto y José Velásquez siguieron el mismo rumbo.

Pero el hecho generó una profunda pena no solo en Perú, sino a nivel mundial, al hecho de conseguir que Colo Colo, equipo de Chile, cediese a préstamo a cuatro de sus jugadores (el arquero José Letelier, el defensa Parko Quiroz, el volante Francisco Huerta y el atacante René Pinto), generando así un vínculo especial entre ambos clubes, hasta el día de hoy.

El cuadro blanquiazul, pese a la adversidad, logró llegar hasta la final. Y, aunque perdió la definición ante Universitario, los hinchas el clásico rival no dejó pasar la oportunidad para mostrar su solidaridad con un cartel que decía «Alianza, amigo, la ‘U’ está contigo», texto que, además, fue un cántico muy entonado durante el encuentro.

César Espino se salvó de no viajar tras una expulsión ante San Agustín, una fecha antes. Y no fue el único: Juan Reynoso, ‘Colibrí’ Rodríguez, Juan Illescas, Richard Garrido, Arturo Guadalupe, Martín Carrillo y Ernesto Arenaza tampoco viajaron.

Nunca se supo qué pasó. En 2006, una investigación periodística sacó a la luz el informe oficial preparado por La Marina de Guerra en el que se señalaba que la aeronave presentaba fallas técnicas y que el piloto carecía de experiencia para realizar vuelos nocturnos. «Tampoco apareció la caja negra, que era un factor fundamental para saber lo que ocurrió. Se dijo que el tren de aterrizaje no estaba bajo, que traían cosas ilícitas. Se habló mucho, pero no hay nada concreto”, mencionó Benjamín Rodríguez, compañero de equipo de las víctimas, en RPP, hace ya tres años.

ALGUNAS DE LAS VÍCTIMASFutbolistas

– Carlos Bustamante

– José Casanova

– Milton Cavero

– Aldo Chamochumbi

– Luis Antonio Escobar

– Tomás Lorenzo Farfán

– Ignacio Garretón

– José González Ganoza

– William León

– José Mendoza

– Gino Peña

– Daniel Reyes

– César Sussoni

– Braulio Tejada

– Alfredo Tomassini

– Johnny Watson

Miembros del club:

– Marcos Calderón (director técnico)

– Andrés Eche Chunga (utilero)

– Rodolfo Lazo Alfaro (kinesiólogo)

– Rolando Gálvez (preparador físico)

– Orestes Suárez Galdós (médico traumatólogo)

– Santiago Miranda Mayorga (jefe de equipo)

– Washington Gómez (dirigente)

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