Campesinos lloran a los «mártires del 9 de febrero»
Familias productoras del campo, procedentes de varios distritos de la provincia de Coronel Portillo, ayer recordaron a los “Mártires del 9 de Febrero”, fatídica fecha, donde fueron asesinados por las balas de la represión del gobierno de Alan García Pérez.
Este año 2022, el lugar de la conmemoración fue la Plaza de Armas de Pucallpa, el mismo escenario donde efectivos de la Guardia Civil (GC) y la Policía de Inteligencia (PIP), dieron muerte a varios campesinos de ambos sexos, incluyendo a menores de edad, quienes pretendían celebrar el triunfo de una prolongada lucha reivindicativa, logrando que otra Empresa Nacional Comercializadora de Insumos-ENCI, pague la deuda del acopio-venta de los productos como maíz y arroz chiclayo.
Un 9 de febrero del año 1989, en la Plaza de Pucallpa, fueron masacrados 8 campesinos, entre mujeres, varones y niños, más de 35 heridos de gravedad e incontables desaparecidos, cuyos familiares, a la fecha no encuentran justicia; es decir, 33 años que buscan sanción a los culpables intelectuales y materiales.
Con la notable ausencia de las autoridades municipales y regionales, ayer en el escenario de la matanza, en una prolongada ceremonia, recordaron a los “Mártires del 9 de Febrero”, con la presencia de delegaciones de Campo Verde, Nueva Requena, Honoria, Tournavista, Neshuya, Irazola, Curimaná, Callería, entre otros, destacando en esta oportunidad una delegación del Colegio de Ingenieros de Ucayali y Rondas Campesinas de varios sectores del eje de la carretera Federico Basadre.
Adela Ávila Escudero, presidenta de la Asociación de las Víctimas, y un niño del caserío Pumayacu, pusieron la cuota sentimental; éste último recitando el poema “Nos están matando”. –Soy hijo de padres agricultores. Y hoy honro a los luchadores que un 9 de febrero cayeron a balazos por hombres armados. Nos están quitando la vida. Nos están quitando nuestras tierras, nuestro hogar. Están quitando el pan a los niños…, reza parte de la letra del escrito.
Representantes de las delegaciones presentes, coincidieron en señalar que cada año que pasa, los recuerdos y las protestas seguirán incrementándose, hasta conseguir justicia. En esta oportunidad, no permitieron la presencia de ningún funcionario y autoridad, porque todos los años, solo protagonizan ofrecimientos de ayuda a los familiares de los asesinados, pero que nunca llega, dijeron. (W. La Torre)