TENSIÓN ENTRE COMUNEROS Y CASERÍO SHAMBO
Por conflicto territorial en Padre Abad
TENSIÓN ENTRE
COMUNEROS Y
CASERÍO SHAMBO
La disputa por tierras entre comuneros de la comunidad nativa Mariscal Cáceres y pobladores de los caseríos Shambo, Selva Turística, Río Negro y Andrés Avelino Cáceres, ubicados en la provincia de Padre Abad, ha escalado a niveles preocupantes y podría derivar en una tragedia si no se encuentra una solución definitiva.
Según los pobladores afectados, comuneros liderados por el jefe de la comunidad Mariscal Cáceres, Ronal Pino Odicio, habrían movido hitos y linderos hasta cuatro kilómetros en línea recta, avanzando un kilómetro sobre cada uno de los caseríos mencionados. Esta acción, calificada como “abusiva” y “delincuencial” por los moradores, ha generado tensiones y múltiples denuncias por amenazas y afectación a cultivos.
Los caseríos aseguran estar asentados en la zona desde hace más de 45 años, y fueron reconocidos oficialmente como tales en el año 2000. “Nos dedicamos a la agricultura, trabajamos la tierra desde hace décadas con cultivos como cacao, palma aceitera y cultivos menores. Ahora están abriendo nuevas trochas sobre nuestras chacras, que tienen palmas de más de 25 años de vida productiva”, señalaron.
Uno de los agricultores, Lorenzo Aliaga Calderón, manifestó estar posesionado desde 1982. “Desde ese tiempo los comuneros de Mariscal Cáceres limpiaban sus linderos y siempre los respetamos. Yo cultivo cuatro hectáreas de palma aceitera, que es el sustento de mi familia”, declaró.
El conflicto se agravó luego de que los comuneros kakataibos dejaran presuntamente de respetar los linderos naturales, como una trocha que marcaba la división original, colocando nuevos hitos dentro de terrenos ocupados por los caseríos. Algunos moradores también denunciaron haber recibido amenazas de muerte.
Ante esta situación, el pasado miércoles 16 de abril se realizó una inspección en la zona con la participación de la Policía Nacional, la Fiscalía, el subprefecto provincial, representantes de la Dirección Regional de Agricultura, entre otras. Durante la visita, las autoridades buscaron calmar los ánimos y mediar para lograr un acuerdo pacífico.
El subprefecto de la provincia de Padre Abad, Elías Segura Tuanama, señaló que su presencia tenía como objetivo lograr un compromiso de respeto mutuo. “Este problema es antiguo y viene afectando a toda la zona. Esperamos que los acuerdos a los que se llegue sean cumplidos por ambas partes”, expresó.
Por su parte, Zueli Orellana Díaz, fiscal adjunta provincial de la Segunda Fiscalía Penal Especializada en Derechos Humanos, saludó la iniciativa de diálogo. “Vinimos a mediar y lograr un acuerdo de cese a la violencia y la no obstaculización de las vías. Confiamos en la palabra de las partes y en que se respetará el acuerdo”, manifestó.
El representante de la Dirección Regional de Agricultura explicó que la comunidad nativa Mariscal Cáceres cuenta con dos títulos inscritos en Registros Públicos, actualmente en proceso de rectificación bajo la Resolución Ministerial N.º 370-2017. Indicó además que los trabajos técnicos forman parte del procedimiento de formalización de tierras.
Sin embargo, Claudio Ramírez Sellado, presidente del caserío Shambo, cuestionó que se haya otorgado una ampliación territorial a la comunidad nativa por encima de los derechos de quienes ya están posesionados y trabajando la tierra desde hace décadas. Además, denunció públicamente que la ONG AIDER habría georreferenciado un área superior a la del título de la comunidad Mariscal Cáceres. “El área titulada, según consta en Registros Públicos, es de 12,401.600 hectáreas, pero el área georreferenciada por AIDER alcanza las 12,816.3976 hectáreas, lo que representa un incremento de más de 415 hectáreas”, recalcó.
La reunión con las autoridades se realizó en un área distinta a la zona en disputa, lo que generó cuestionamientos por parte de los moradores. Mientras tanto, la tensión en la zona persiste, y los pobladores temen que el conflicto pueda derivar en enfrentamientos mayores si no se actúa con urgencia. J.Castillo