Pandemia “mata” la venta de artesanía
Las familias artesanas de las comunidades nativas de la jurisdicción del distrito Yarinacocha y otros lugares de la región Ucayali, están en crisis. Es que, a pesar de la producción regular de tejidos, bordados, pintados de telares, la venta a caído a su máxima expresión.
La presencia de la pandemia Covid-19 en estos pueblos, agudiza la crisis económica en las familias. No hay venta de la artesanía por la ausencia de turistas. El Estado en todos los niveles está ausente como siempre en estos pueblos invisibles para la sociedad pudiente.
Adela Agustín Ochavano, artesana de la comunidad Santa Clara, afirma que ya no es igual la vida en su pueblo, no venden sus artesanías, no hay compradores por la pandemia que mató a muchos de sus hermanos indígenas. La entrega de alimentos que fue el año pasado, financiado por el gobierno central, solo llegó a algunos de ellos; no hay medicina y que alivian la enfermedad de la covid-19 con plantas y resinas de árboles medicinales.
Por su parte, Lastenia Vásquez Yui, también artesana de la comunidad Nuevo Egipto, dijo que siguen elaborando artesanía, pero que no hay venta como antes. Los niños tienen hambre, piden comida, pero a veces no comprenden lo que pasa en el pueblo, no entienden del porqué la desesperación de las familias indígenas.
“De muchas artesanas han quebrado su producción, porque ya gastaron todo su capital en comida. Ahora no tienen como comparar la tela tocuyo para bordar y pintar los manteles; elaborar las blusas y camisas”, afirma con nostalgia la humilde artesana del pueblo Shipibo-Konibo.
Adela y Lastenia, piden al gobierno, a la comunidad internacional, apoyar a la reactivación económica de la comunidad artesanal de la región. Requieren inyección económica para volver a la normal producción, pero también abrir mercados nacional e internacional para recuperar la venta de la artesanía.
“El talento existe; no pedimos nada gratis, solo requerimos pequeñas inyecciones económicas para seguir elaborando nuestra artesanía, así mandar a la escuela a los niños, y darles de comer saludablemente”, claman estas madres trabajadoras. (Colaboración: W La Torre)