Ningún penal del país recibirá a más presos por la emergencia del coronavirus
Detectan casos de COVID-19 en prisiones del Callao y Chimbote y en la carceleta del INPE de Av. Abancay. Los enfermos con complicaciones fueron llevados a hospitales.
Ninguno de los 68 penales del país recibe nuevos internos desde el último martes. Esta medida, oficializada hoy por el Instituto Nacional de Penitenciario (INPE), se tomó días después de que trabajadores y reclusos de distintas cárceles dieran positivo en COVID-19.
Gerson Villar, presidente de esta entidad, explicó que esta es una de las estrategias adoptadas para que la pandemia no se expanda dentro de las cárceles del país, que tienen capacidad para 40.137 internos, pero alojan a 97.111 personas.
En el penal del Callao, otrora Sarita Colonia, un interno falleció infectado y otros cinco han sido derivados al hospital Daniel Alcides Carrión de Bellavista tras dar positivo y presentar síntomas de la enfermedad. El más delicado está en cuidados intensivos.
Tres trabajadores penitenciarios del mencionado centro también están contagiados. Dos de ellos cumplen cuarentena en sus casas y el otro fue hospitalizado en la Villa Panamericana.
Al ser uno de los centros de reclusión más hacinados del país (tiene capacidad para 572 internos, pero alberga a 3.297) se han tomado algunas medidas como el trasladado de 42 de los 154 adultos mayores presos. “Han sido llevados al frente del penal, al Centro de Formación y Capacitación del Personal Penitenciario del INPE”, comentó Villar, quien descartó hacer traslados a otros centros.
Los internos con COVID-19 asintomáticos son aislados en un área especial del penal. Están bajo observación, pero si se complican sus casos son derivados al hospital Carrión. Se ha pedido el apoyo del Minsa para aplicar 13 mil pruebas rápidas en este establecimiento, tanto a trabajadores como personas recluidas.
El Poder Judicial –precisó ayer el Ministerio de Justicia– cedió el antiguo penal San Jorge (Cercado de Lima) para disponer de zonas de aislamiento para internos.
Cabe precisar que de los 11.338 trabajadores del INPE, actualmente están laborando 7.700.
—Más casos—
La carceleta de Lima, ubicada en la Av. Abancay, es otro de los establecimientos del INPE donde se han registrado contagios. Cinco trabajadores cumplen cuarentena en sus viviendas, mientras que ayer el Ministerio de Salud empezó a aplicar pruebas rápidas a los 73 internos y más de 30 trabajadores que ahí laboran.
En tanto, dos trabajadores del penal de Chimbote dieron también positivo en COVID-19, y otros 30 están en una zona especial esperando sus resultados.
“No hemos detectado más casos en otros penales”, precisó Villar, quien explicó que se están extremando las medidas sanitarias para evitar el virus en las cárceles.
En un comunicado, el Ministerio de Justicia destacó la necesidad de tener “mayor celeridad en el proceso de conversión automática de penas para condenados por omisión a la asistencia familiar”.
Los potenciales beneficiarios con esta medida serían 2.766 internos. Podrían abandonar las cárceles tras el pago de sus deudas alimentarias.
Esta cartera también señala que debe darse atención prioritaria a mecanismos que reduzcan el hacinamiento como beneficios penitenciarios de semilibertad, liberación condicional, el cese o variación de la prisión preventiva judicial, y la libertad inmediata del imputado cuando al vencimiento del plazo de prisión preventiva no se le haya dictado sentencia de primera instancia.
DATOS
Las visitas están suspendidas en todos los penales del país: solo se pueden enviar alimentos, medicinas y útiles de limpieza.
Entre el 24 de marzo y el último martes entraron más de 900 presos a las cárceles del país.
Según el jefe del INPE, los condenados permanecerían en las carceletas de las cortes de justicia del país ante la prohibición de ser derivados a los penales. “Es un punto que deberá precisar el Poder Judicial, porque no es mi competencia”, dijo.
¿Hay cura para el COVID-19?
Aún no existen pruebas de que alguna vacuna o medicamento pueda prevenir o curar la enfermedad. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas; y si el paciente está grave, deberá ser hospitalizado.
La OMS coordina esfuerzos para encontrar la cura contra este nuevo coronavirus que ha acabado con la vida de miles de personas.