Habría abusado de su hija desde los 8 años
«Tú has abusado de mí en la casa de San Juan cuando yo tenía 8 años, eres un desgraciado», de esta manera explotó en llanto la pequeña de iniciales T.D.C de 10 años al increparle a su padre delante de sus familiares por semejantes atrocidades que venía siendo sometida. Los parientes de la menor al tener conocimiento de la terrible confesión por parte de ella, interpusieron la denuncia en la Comisaría de Punchana para luego pasar por el médico legista. M A X D Á V I L A VILLACORTA, quien actualmente labora en la Municipalidad Provincial de Maynas en la Oficina Municipal de Atención a la Persona c o n D i s c a p a c i d a d – OMAPED situada en la Casa de la Amistad desapareció luego de enterarse que fue denunciado, sin embargo la policía logró dar con su paradero para detenerlo. Pero posteriormente fue puesto en libertad. «Nosotros lo que buscamos es que se haga justicia con mi bisnieta, ella nos ha contado que su papá le llevó a dormir a la casa de San Juan que queda a espaldas de la Plaza Roja y ahí le llamo a su cuarto para pedirle agua. Y como él es discapacitado, la bebé le alcanzó y luego él le pidió que se saque su pantaloncito, la pequeña accedió sin saber que el maldito haría lo mismo para luego taparle con una sábana e introducir sus dedos en su vaginita», dijo Obdulia Grefa Mosquera; bisabuela de la víctima. Es sabido que este deplorable acto era realizado por Max Dávila de manera sistemática durante 2 años, es por ello que la pequeña lloraba desconsoladamente cuando le tocaba ir a dormir con su papá, gritaba como si le estuvieran matando, hacia lo imposible para que no se vaya con él, manifestaron familiares de la menor. La mamá de la niña está separada con el denunciado y radica en la ciudad de Pucallpa, quien al enterarse de lo sucedido vino de manera inmediata a nuestra ciudad. Mientras tanto la menor se encuentra al cuidado de su abuelita y viene recibiendo tratamiento sicológico. Dávila Villacorta continúa laborando y haciendo su vida como si nada hubiera pasado. Este tipo de actos debería llamarnos a prestar más atención a nuestros hijos, ya que ni con el padre hay confianza (como sucede en este caso). (FB:PrensaAmazonica)