Piden justicia por asesinato de dirigente
La tarde del 23 de marzo, el sector La Florida, se ha teñido de sangre luego que sicarios acabaran con la vida de Nelson Miguel Vásquez Shuña, dirigente de un asentamiento humano. Ha transcurrido 10 días y hasta la fecha no dieron con sus asesinos y por ello, su familia, pide justicia.
Para sus hijas y demás familiares, el crimen del dirigente se ejecutó luego que los pobladores tomarán el A.H El Imperio de Chuquillan, ubicado al interior del sector La Florida, donde la población destituyó a Mauro Segundo Chuquipiondo Ramírez, su ex presidente, a quien atribuyeron de un régimen violento.
Justicia por asesinato de dirigente, es lo que están pidiendo su familia, quienes consideran que los hampones habrían sido contratados únicamente, para ejecutar a Vásquez Shuña y a su nueva junta directiva que después de participar de una reunión, fueron sorprendidos por dos sicarios.
“Luego que los moradores desalojaran a Chuky (Mauro Segundo Chuquipiondo Ramírez) comenzamos a vivir un terror. Las amenazas de muerte se hicieron más evidentes cuando enviaban emisarios a informarnos que retornarían armados y a acabar con la vida de cada uno de nosotros”, señaló un morador de la zona, quien es actualmente, dirigente tras la muerte de Nelson.
Las hijas del occiso señalan que han formalizado denuncia contra quienes resulten responsables, en la que mencionan a Mauro Segundo Chuquipiondo Ramírez. La policía está tras los pasos del ex dirigente y de los hombres que lo acompañaban durante su gestión, a quienes incluso les acusaron de que vivían extorsionando a los moradores si no accedían a sus peticiones.
Lo cierto es que tras la muerte de Nelson Miguel Vásquez Shuña, con tres disparos en su cuerpo, Mauro Segundo Chuquipiondo Ramírez literalmente, desapareció. La familia del occiso demanda justicia y que el crimen no quede impune, que atrapen a los responsables para que respondan por el hecho de sangre antes que ocurra más tragedia en el sector, tal cual lo señaló el vicepresidente del Imperio de Chuquillan. (Miller Murrieta)