IEI N° 441-Masisea tiene sala de cómputo, pero no Internet
Tiene un adecuado espacio para la sala de cómputo, cuenta con mobiliario y equipos de informática, las maestras están capacitadas para orientar en el tema, pero los 47 niñas y niños no pueden utilizarla por que no cuentan con la señal de Internet.
Escribimos la realidad de la Institución Educativa Inicial N° 441-Masisea, ubicado en el Barrio Alto, donde alegres y felices niños muestran su inocencia y no comprenden aún cuan letal es la pandemia covid-19, pero ahí están ellos, solo observando las computadoras, que quisieran experimentarlas, pero no es posible, porque no cuentan con la herramienta indispensable, como el bendito Internet, que algunos pueblos del distrito la tienen, pero estos niños, no.
Quelita Taricuarima Martínez, directora de la institución y Lastenia Sandoval Flores, profesora de aulas, todos los días de la semana se despiertan y se levantan con mucho ánimo para interrelacionarse con los juguetones niños; estudiantes que por ahora no comprenden del porque el Estado no les ayuda y proporciona las mejores condiciones para desarrollarse intelectualmente con mucha más eficacia.
Los niños están en las aulas de 8 de la mañana a 12 del mediodía, que parte de este tiempo se recrean en un adecuado patio-deportivo, pero la alimentación que proporciona Qali Warma es insuficiente, porque solo da para unos días; pero igual, en casa, con el esfuerzo y responsabilidad de los padres, la alimentación es saludable, la que hace que los estudiantes, todos los días muestran mucho vigor.
El jardín de niños, solo cuenta con energía eléctrica cuatro horas en la noche y agua dos horas en la mañana; en realidad, todo el pueblo de Masisea no tiene energía eléctrica las 24 horas y el agua en el domicilio dos horas en la mañanita. Es increíble que el Estado central, principalmente el gobierno regional, muestren su dejadez y desprecio a las familias de Masisea, que solo estando a medio ahora en deslizador y por trocha carrozable a pocos kilómetros, estas compatriotas que radican en la frontera con el país hermano del Brasil, a sus más de 120 años de fundación, el pleno siglo XI no cuenten con energía eléctrica de la red nacional.
“La escuelita, nuestra segunda casa, cuenta con adecuada infraestructura; tiene amplias y adecuadas aulas, dirección, sala de cómputo, auditorio, servicio higiénico. La energía eléctrica en horas de la noche y el agua, proporciona la municipalidad, liquido elemento que se junta en el tanque elevado de la institución”, anuncia la directora Taricuarima Martínez, detallando que los niños, padres de familia y el plantel docente, valoran el accionar de la alcaldesa Sarita Cauper Dávila, por disponer recientemente el arreglo de las calles que colindan a la institución educativa. (Colaboración: W La Torre)