Esperanza vende manualidades en feria inclusiva para comprar su silla de ruedas
Historias que estremecen el corazón, habilidades otorgadas por Dios, es lo que encontramos en el inicio de la feria inclusiva, así como la de Luz Esperanza, de 11 años de edad, quien espera vender todas las manualidades que realiza su mamá Celia Rojas, para que puedan comprarle una silla de rueda nuevas, porque la que tiene ya está en avanzado deterioro.
También el coraje de Carito Nicol, de 5 años, y su mamita Belmira López, que están ofreciendo el más delicioso masato de la región, a sólo un sol el vaso, para que puedan recaudar fondos y cubrir su tratamiento terapéutico. Ya que ellas son familias de escasos recursos económicos y que no cuentan con el dinero para adquirir su silla de rueda terapéutica.
Esto y mucho más, en Jonibo Tetai (personas trabajando) la primera feria inclusiva que inició ayer en la plaza San Fernando y estarán ofreciendo sus servicios hasta el domingo 8 día de la Madre. Una actividad que está siendo organizado por la Asociación Ucayalina para Niños con Habilidades Diferentes Nathalie (FUNHADIN) y la Municipalidad Distrital de Manantay.
Ayer en nuestro recorrido, durante la transmisión en vivo, se pudo comprobar que la discapacidad es mental para quienes viven lamentando su fracaso, pues para estas personas con habilidades diferentes no existen límites, así como el caso de Emilio Flores, que siendo invidente, puede tejer y bordar prendas para cocina, pues realiza mandiles con técnicas shipibas.
Sin duda, estás personas se ganaron nuestro corazón, todos tienen diferentes habilidades, algunos reparan electrodomésticos y calzados, también realizan collares y aretes con técnicas muy bonitas al gusto del cliente. Estos niños reciben la asistencia de sus padres, y es un honor para Kitty Lucero Pérez Huamán, presidenta de Funhadin, quien refirió que tras varias fechas de lucha, hoy se hace realidad su anhelo, de enseñar a las personas vulnerables a trabajar y valerse por sí solos. (Miller Murrieta)