Desalojaron a 200 invasores
Un contingente de la Policía Nacional del Perú junto a los representantes de los propietarios, lograron desalojar a más de 200 invasores del interior de la urbanización “Los Portales de Ucayali”.
Estos ilegales pretenden posesionarse a la fuerza a sabiendas del delito que cometen al irrumpir una propiedad privada.
A las 9 de la mañana, varios buses llegaron hasta el interior del km 8.600 de la CFB margen derecha, trasladando a las fuerzas del orden que sorprendieron y cercaron a los invasores, entre ellos, mujeres y adultos mayores y de manera pacífica les terminaron desalojando del predio donde ya tenían instalado sus tambos.
NO ESTÁ EN NEGOCIACIÓN
En dialogo con la defensa legal de Alberto Muñoz Guzmán, el propietario del terreno de aproximadamente, 94 hectáreas, señaló que los terrenos de la Urb. Los Portales de Ucayali, por el momento no se encuentran en negociación y por lo tanto, están desalojando a los invasores.
Agrega que, inicialmente, otro grupo de personas ha invadido el Fundo Santa Bárbara, el cual sí se encuentra en negociación con Muñoz Guzmán, porque también sería de su propiedad. “Sólo el fundo está siendo negociado por 7 mil soles el lote. Pero, los predios de la urbanización, por el momento no está en venta”, añadió.
Los habitantes del fundo Santa Bárbara ya entraron en negociación por lote a 7 mil soles, con un ingreso de 500 soles y una mensualidad. Pero ahora, otro grupo de invasores quieren estos lotes de la Urb. Los Portales de Ucayali, pero de manera abrupta,. Por este motivo, el dueño se niega a entrar en diálogo con los representantes de los invasores.
ABANDONO Y DELINCUENCIA
Por otro lado, los invasores han denunciado que decidieron posesionarse en los predios Los Portales de Ucayali, porque durante más de 30 años se ha mantenido en completo abandono, crece la hierba convirtiéndose en guarida de delincuentes que usan el terreno para desmantelar vehículos hurtados y abandonan a personas “pepeadas”.
Cierto o no, una vecina del lugar confirmó la versión de los invasores, manifestando que casi siempre han evidenciado que el predio se ha vuelto aliado de la delincuencia. Los delincuentes usan el lugar abandonado para consumir drogas y esconder sus robos, por lo que reiteraron que están de acuerdo que el lugar sea habitado. (Miller Murrieta)