Pucallpa: Delincuente casi mata a dueña de distribuidora por tratar de evitar asalto

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Momentos de terror vivió una comerciante momentos cuando dos avezados delincuentes, ingresan con arma en mano, la reducen, balean pero no la hieren y bajo amenazas de muerte, logran arrebatarle aparentemente, cerca de 15 mil nuevos soles.  

Los hampones llegaron a la distribuidora Ofert Market, ubicado en el jirón Pachitea en la jurisdicción de Callería, cubiertos de tapabocas y provistos de armas de fuego, encañonan a Marlith Saldaña Hernández y a uno de sus trabajadores.  

Usando gorro con mallas, lentes oscuros, camisas manga larga, polo, pantalón jean azul y canguro, con características de tex trigueño, estatura alta y desafiante, se mostraron los dos delincuentes que irrumpieron cerca de las 11 de la mañana.  

CONSTERNACIÓN  

Con este hecho, sería otro de los atracos registrados en cámara de seguridad en la zona. Estos hampones llegaron directamente a su objetivo, uno de ellos ingresa directo a la caja donde estaba el dinero, mientras que su cómplice, reduce a la propietaria, apuntándole con un revolver. 

La mujer consternada por el hecho, nerviosa se arma de valor e intenta apaciguar al delincuente, el mismo que le amenaza con la cacha de su arma para tranquilizarla, mientras tanto su compinche sale raudamente y se marchan con la plata.  

Pero previo a irse, disparan al aire para que nadie los detenga, puesto que los familiares y vecinos de Saldaña, salen espantados a presenciar lo que ocurría. El caso ya está en manos de las fuerzas del orden, el video de la cámara de seguridad de la empresa ya les fue entregado.  

FORCEJEÓ  

Por unos instantes, la mujer habría podido terminar sin vida, ya que si bien es cierto levanta las manos mostrando su derrota, en unos segundos del video se le puede ver que forcejeó con el delincuente, al parecer tratando de quitarle su revolver. 

“La plata se recupera, pero la vida no. Nunca se le enfrenta a los delincuentes”, le pidieron sus familiares a la joven, quien llegó a la dependencia policial para formalizar su denunciar a fin de que den con el paradero de los hampones que han visto la cámara y al notar que eran grabados, también se espantan. (Miller Murrieta) 

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