Comerciantes incumplen protocolos bioseguridad

¡Detenga el contagio! Forma correcta de estornudar y toser, prevenga el coronavirus, dice el letrero del protocolo de bioseguridad en la puerta de varios mercados. Sin embargo, los mismos comerciantes imparten el mal ejemplo al atender a sus clientes sin mascarilla, alcohol, agua y jabón.

Protégete y protege a los demás, dice otros letreros y debajo de ellos, vimos comerciantes que se creen inmunes al covid, no usan ninguna medida de seguridad y así atienden sin temor al inminente peligro que representa el virus mortal que hasta la fecha ha matado a miles de peruanos y Ucayali no es la excepción.

En un recorrido por el mercado 1, 2, 3, 4, 5 y 6 de Pucallpa, constatamos que tanto como los comerciantes y sus usuarios entran y salen a los centros de abasto sin ninguna medida de seguridad, algunos con la mascarilla pero colocados hasta la boca, mientras que la nariz descubierta.

CUESTIONAMIENTOS

Emilio Tang, usuario, señaló que es propietario de una bodega y que todas las mañanas debe acudir al mercado ubicado en el jirón Aguaytía en Manantay.Tang cuestiona que muchos de los comerciantes no usan mascarilla, incluso algunos se incomodan cuando les hablan sobre el particular.

Refirió que así como él, hay muchos clientes que son vulnerables que se enfrentan todos los días a esta tremenda irresponsabilidad en los mercados cuando acuden a adquirir sus productos. “No puedo dejar de venir a comprar, tengo un negocio, pero lo que se les pide a los comerciantes es que, usen mascarilla”, anotó.

BAJÓ LA GUARDIA

La guardia ya se bajó, puesto que en la primera ola en todos los mercados en la puerta habían implementos que identificaban la temperatura y todo acerca del lavado de manos, si no cumplías con eso, no te dejaban entrar, pero hoy en día ese procedimiento quedó en el pasado.

Los letreros educativos hoy se ven como adorno en los mercados, ya nadie detiene el contagio, los comerciantes ya no se cubren ni con pañuelos, no tienen tachos, no hay fuentes con agua ni jabón, es decir, los protocolos de bioseguridad bajo tanto que ya se creen inmunes, al menos en los mercados. (Miller Murrieta)