Secuelas físicas y psicológicas tras superar la Covid-19
A nivel mundial, las imágenes de pacientes graves de coronavirus abandonando entre aplausos la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales es un momento muy emotivo y alentador, pero no supone el fin del padecimiento de muchos enfermos, pues las estancias prolongadas en estas unidades debido a la Covid-19 suelen dejar secuelas físicas, psicológicas y cognitivas.
Los especialistas consideran que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero entre los miles de pacientes que ya se han recuperado de la Covid-19, los médicos van descubriendo algunas secuelas.
Dale M. Needham, director médico del Programa de Cuidados Críticos de Medicina Física y Rehabilitación de la Universidad Johns Hopkins, explica que a pesar de que lo que lleva a los pacientes de coronavirus a la
UCI es un fallo respiratorio, son precisamente los pulmones la parte del cuerpo que parece recuperarse más rápido de la enfermedad.
Según Needham, los pacientes que son ingresados en una UCI acaban presentando “nuevos o empeorados problemas físicos, cognitivos o de salud mental que persisten después de que sean dados de alta”, lo que se conoce como el síndrome poscuras intensivas.
Por ello, opina que “sobrevivir a la estancia en la UCI es el primer paso de meses o años de recuperación”.
Problemas respiratorios
Al margen de que los pacientes hayan pasado o no por la UCI, las secuelas físicas que más preocupan a los especialistas son las respiratorias.
“La inflamación pulmonar que han sufrido deriva en una fibrosis”, comenta Iván Moreno, internista y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna. Esta afección está provocada por la cicatrización de los pulmones, de manera que se genera un tejido más grueso y duro que ocasiona dificultades para respirar.
Según los primeros cálculos, hasta el 20 por ciento de los pacientes con síntomas respiratorios podrían padecer fibrosis pulmonar, incluyendo leves y moderados; pero se da por seguro que casi todas las personas que pasaron por la UCI debido a la Covid-19 sufrirán este problema en mayor o menor medida.
La enfermedad también provoca microtrombos que aumentan la presión de la circulación pulmonar, así que los especialistas no descartan que algunos pacientes desarrollen hipertensión pulmonar a largo plazo.
Pérdida muscular
Needham apunta que durante los primeros diez días de ingreso en una UCI, los pacientes pierden en torno al 20 por ciento de su masa muscular, algo que genera una debilidad de larga duración en el enfermo, hasta el punto de que “la mayoría de los pacientes tendrá dificultades para llevar a cabo actividades normales un año después de haber pasado por la UCI”.
Moreno acota que, tras superar la enfermedad, los que han pasado por la UCI salen con una pérdida de musculatura brutal y una gran descoordinación motora, como si hubieran desaprendido a andar”.
Explica que esta situación tiene que ver con la pérdida de masa muscular, y con la inflamación de los órganos.
Los casos más leves son gente que siente una debilidad, pero en los más graves “les tenemos que enseñar a andar otra vez, es duro verlo”, asegura este especialista en medicina interna que trabaja en un hospital de Valencia.
Neurológicos
Los problemas motores están muy relacionados con los neurológicos. Según Moreno, la afectación del sistema nervioso central está muy relacionada con los problemas vasculares que crea esta enfermedad: “La inflamación hace que la sangre se coagule más, pero en Covid-19 ocurre en mayor medida de lo habitual y esto llega a provocar más ictus, que no dejan de ser un coágulo en una arteria cerebral”, señala.
Por otra parte, hay personas que muestran una encefalitis o inflamación cerebral, pero aún no se sabe si puede estar provocada directamente por el virus o si tiene que ver con la inflamación generalizada de otros órganos.
Problemas de deglución
Los especialistas también comentan que los que salen de la UCI tienen muchos problemas de deglución porque llevan muchos días con un tubo en la garganta y tienen que volver a aprender a tragar los alimentos.
Pérdidas de memoria
Un alto porcentaje de los que requieren de cuidados intensivos y soporte vital presentan graves problemas cognitivos y de memoria mucho tiempo después de dejar el hospital.
Problemas psicológicos
Por último, están las secuelas psicológicas. Todas las emociones que se sufren durante la enfermedad —teniendo en cuenta además el aislamiento— puede provocar en algunas personas ansiedad, depresión o estrés postraumático. De hecho, hay estudios que certificarían esos síntomas psicológicos en los enfermos que pasaron el SARS.
Problemas de memoria, delirio o síndrome confusional agudo también pueden ser otras consecuencias para los pacientes que hayan estado infectados por el coronavirus. La enfermedad podría limitar el flujo sanguíneo que llega al cerebro, matando “células cerebrales” que causarían estos problemas. Esta tesis la respalda el médico E. Wesley Ely, quien considera que “la ingesta de gran cantidad de calmantes puede también causar problemas psicológicos en el futuro”.
EFECTOS
Uno de los efectos que tiene el contagio del coronavirus es una neumonía severa, que, en los casos más graves, puede provocar edemas pulmonares. Las alteraciones que produce en el organismo este tipo de infecciones pueden desencadenar en ataques cardiacos, derrame cerebral o problemas renales en un futuro.