La triste historia de la pareja recién casada que falleció en el accidente de una limusina:

«Solo quiero decirle a Axel Steenburg: ¡te quiero más de lo que las palabras pueden decir!». Este fue el último mensaje que Amy Steenburg, esposa de Axel, escribió en su página de Facebook el pasado 3 de octubre. Amy y Axel se habían casado en junio de este año.

Y el sábado pasado ellos, junto a varios amigos y familiares, salieron a celebrar el cumpleaños 30 de Amy, en Schoharie, Nueva York, Estados Unidos.

Era una sorpresa que le había preparado Axel a su esposa. Alquilaron una limusina en reemplazo de un autobús, según dijeron familiares, que se suponía debía llevar al grupo en un recorrido de bodegas y cervecerías. Pero la fiesta sorpresa terminó en tragedia.

Según testigos, el pasado sábado por la tarde, la limusina blanca que viajaba a unos 95 km/h no se detuvo en una señal de alto y cuando cruzó una intersección, chocó contra otro auto y luego se precipitó a través de una zanja de drenaje.

Amy y Axel, otras 16 personas que estaban con ellos en la limusina y dos peatones que estaban en el lugar murieron.

Las autoridades dicen que se trata del accidente más mortífero desde 2009, cuando el vuelo 3407 de Colgan Air se estrelló cerca de Buffalo, Nueva York, matando a 50 personas. «Toda la vida por delante” Además de Amy y Axel Steenburg, había otra pareja que murió en la limusina. Erin Vertucci y Shane McGowan también contrajeron matrimonio en junio, confirmaron sus familiares.

«Eran parejas jóvenes, recién se casaron y tenían toda una vida por delante», le dijo Valerie Abeling, tía de Erin al canal de noticias CNN. «Es una tragedia horrible. No hay palabras para describir cómo nos sentimos», agregó. El hermano de Axel, Rich Steenburg, también murió en el accidente. Según una página web para recaudar fondos para cubrir los gastos del funeral, el hombre tiene una hija pequeña.

Por su parte, Tom King, de 35 años, dijo que perdió a sus cuatro hermanas en el accidente. Abigail Jackson, Mary Dyson, Allison King y Amy Steenburg, «eran muy unidas».