La razón por la que no deberías calentar agua en el microondas
El microondas se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible para muchos, pero a pesar de las posibilidades que ofrece sigue siendo un gran desconocido.
Si bien son populares algunas falsas informaciones sobre este, como que produce radiaciones nocivas o que su uso continuado puede provocar enfermedades, los expertos insisten en que el peligro más significativo derivado del uso de este aparato nada tiene que ver con las afirmaciones anteriores. “El riesgo principal del microondas son las quemaduras”, declara Laia Badal, del centro de investigación en innovación tecnológica en cocina y hábitos alimentarios Fundació Alícia, quien afirma que generalmente estos daños son consecuencia de no saberlo usar correctamente o de calentar los alimentos más tiempo de lo debido.
Lo habitual es sufrir quemaduras al manipular recipientes cuando aún están calientes, como puede ocurrir al usar hornos o cocinas convencionales. No obstante la forma de calentar del microondas es distinta al resto de métodos, de aquí que su uso presente otro tipo de riesgos. “Cuando calentamos agua en una cacerola el calor se transfiere por convección, de abajo a arriba. Vemos cómo las burbujas ascienden. Pero el microondas calienta por radiación, orientando las moléculas del agua en un sentido. Así que el líquido, si se dan las condiciones, puede alcanzar los 100 ºC y no arrancar a hervir”, explica a COMER la química y divulgadora científica Deborah García.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (EFSA, por sus siglas en inglés) define este fenómeno como “sobrecalentamiento” y advierte que, si calentamos el agua en el microondas por encima del punto de ebullición (100 ºC), “la más mínima perturbación o un pequeño movimiento pueden hacer que este explote violentamente y salte fuera del recipiente”. Esto puede ocurrir dentro del mismo electrodoméstico, pero también al retirar el envase de su interior, aumentando las posibilidades de que suframos quemaduras severas en el cuerpo e incluso en la cara.
“Sucede sobre todo con tazas de cerámica o vasos de vidrio nuevos, con muy pocas imperfecciones”, señala García. La experta aclara que en este tipo de recipientes las burbujas no tienen donde adherirse, de aquí que no se produzca el hervor. Pero si después de sacar el agua del microondas añadimos algún elemento que permita que se adhieran, como una cuchara o una bolsa de té, pueden darse las condiciones para que hierva de repente y se produzca esta especie de «explosión».
El riesgo de “sobrecalentamiento” es mayor cuando calentamos líquidos que no contienen sólidos, como el agua. “También puede ocurrir con otros ingredientes, aunque es menos común”, apunta Laia Badal, que desde hace años ha estudiado en la Fundació Alícia cómo cocinar correctamente con el microondas, analizando el tiempo y las temperaturas correctas para realizar las cocciones.
Según la EFSA
Para reducir el riesgo de erupción, es recomendable agregar al agua ingredientes como café instantáneo o azúcar antes de calentar
Para reducir el riesgo de erupción, la EFSA recomienda agregar al agua ingredientes como café instantáneo o azúcar antes de calentar. Aún así, la química Deborah García recuerda que lo normal es usar tazas y vasos viejos con impurezas suficientes como para que no suceda la explosión, así que no haría falta darle muchas vueltas a este problema. «Se trata de un incidente poco habitual«, apunta.
Por su parte, Laia Badal declara que el principal riesgo es el desconocimiento. «No sabemos cocinar correctamente con este electrodoméstico y en general tendemos a programarlo durante mucho tiempo y a temperaturas más elevadas de lo necesario. Calentar los alimentos más de lo debido puede ser peligroso, sobre todo en el caso del agua«, concluye.
Desde la consultoría de seguridad alimentaria SAIA, la tecnóloga de alimentos Ingrid Farré da más importancia a las quemaduras por contacto con utensilios calientes. «Es recomendable esperar un minuto antes de retirar los alimentos del microondas. Dejar en reposo la comida nos ahorrará quemaduras indeseadas y también será útil para homogeneizar la temperatura interior del recipiente«, aclara.
Aún con todo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en su página web que los alimentos cocinados en un horno microondas son tan seguros y tienen el mismo valor nutritivo que los preparados en un horno convencional. Siempre que el aparato se use de acuerdo con las instrucciones del fabricante, claro está.