EL COVID SE CONTROLÓ POR EL APOYO PRIVADO
Los muros de los hospitales Felipe Arriola Iglesias y Cesar Garayar García de la ciudad de Iquitos, son mudos testigos de los difíciles momentos que pasaron miles de vecinos de esta ciudad en la etapa mas crítica de la pandemia, momentos que cobró la vida de médicos y personal asistencial, momentos que cobró la vida de ciudadanos por miles ante la falta de equipos de protección personal, medicinas, oxígeno y hasta personal humano debido al incremento de casos de manera que desbordó en una crisis sanitaria en esta isla bonita.
Nadie en el sector salud se imaginó que el Covid 19 se saliera de control. Ante el colapso del sistema de salud en la región y en el país entero, aparecieron ciudadanos de a pie y con buen corazón, sumados a algunas empresas privadas y por supuesto la iglesia católica respresentada por el vicariato de Iquitos. La ayuda según los directores de estos nosocomios que logramos entrevistar, fueron de suma importancia.
Entrevistamos al ex director del Hospital Regional de Loreto, médico Harold Cervantes. Este galeno nos indicó que la colaboración por parte de empresas como TAMSHI, dedicada al cultivo de cacao de fino aroma asentada en la localidad de Tamshiyacu capital del distrito de Fernando Lores fue oportuna y eficaz.
«Todo era de vital importancia, todo faltaba, todo era para el cuidado personal de los servidores de la salud, que sin pensarlo dos veces arriesgaban su vida para salvar de otros», señaló Cervantes.
Harold Cervantes ahora recuperado y en su espacio real de trabajo como médico del centro de salud Las Américas, con una mirada que se pierde en el horizonte, recuerda que en la etapa más fuerte de la pandemia la falta de infraestructura, la falta de medios de transportes por décadas de descuido y falta de inversión en nuestra región se ha podido ver. » encontrar insumos vitales básicos. Y si por ahí había algo, simplemente no alcanzaba porque los precios de las mascarillas, oxígeno, guantes, overoles, y medicinas, habían aumentado hasta en un 500 por ciento, o no había transporte porque Iquitos es solo conectada por avión».
No podemos dejar de resaltar la historia del doctor Harold Cervantes, que fue uno de los médicos que se contagió, en plena batalla en la cima de la pandemia, cumpliendo su trabajo, su juramento de médico, pero que a pesar de todo lo que pasó, volvió recuperado a su centro de labores. Ahora sus colegas le llaman El milagro de Cervantes.
«La vida no tiene precio, pero no cambiaría nada de lo que hice en esos momentos que mis pacientes me necesitaban, no cambiaría para nada mi labor y vocación de médico».
Recuerda que, en su momento más difícil, necesitaba ser evacuado a la capital de la República, tocó las puertas de RPP, a través de su corresponsal en Iquitos, Jorge Carrillo quién a través del mismo, hizo que su caso se convirtiera viral en todos los medios nacionales, logrando así ser evacuado.
En la actualidad Harold Cervantes todavía está en proceso de recuperación, ya en casa recuerda que lo tuvieron que entubar y que según sus archivos médicos abre los ojos luego de tres días ya hospitalizado en el Reblagliati. «Doy gracias a Dios por esta nueva oportunidad que me da la vida de seguir trabajando, de seguir vivo, de seguir aportando por mi región», culmina Harold Cervantes.
Más que conmovidos por esta historia fuimos hasta el Cesar Garayar García más conocida como el hospital de los pobres, este nosocomio, también recibió ayuda por parte de empresas privadas y otras organizaciones, el director Miguel Pinedo Saboya resalto la ayuda de varias empresas entre ellas TAMSHI SAC.
«No puedo dejar de agradecer a la empresa Tamshi que se acercaron a nosotros en los momentos más difíciles de la pandemia, nadie lo podía creer, ya que estábamos a la deriva, sin embargo, TAMSHI apareció como mandados por Dios», señaló Miguel Pinedo Saboya.
En la última reunión de homenaje que realizaron en el patio del hospital regional de Loreto, resaltaron lo importante de la ayuda y colaboración de estas empresas privadas que sirvió de mucha ayuda para los profesionales de la salud, cuando las compras y equipamiento eran insuficientes.
No queremos cerrar esta nota sin antes agradecer a las siguientes empresas TAMSHI SAC, UCP, LOGIA FEMENINA DEL PERU, GRUPO AJE, COLEGIO MEDICO, HERMANO PITER HAN, ONG CAMINO DE BENCIÓN, IGLESIA EVANGELICA DE FILADELPHIA ENTRE OTRAS, que sirvieron de mucho apoyo para el personal de salud que en ese momento más que nunca se dedicaron a salvar vidas.